En
el diario de trabajo de María
Auxiliadora Catete, psicóloga contratada temporalmente por los Servicios Sociales
del Ayuntamiento de Urbis Android, puede leerse en los apartados titulados
“Nuevas costumbres”, “Similitudes en las diferencias que adoptan los pobres
telemáticos”, o epígrafes por el estilo, que no hace tanto tiempo, sin ir más
lejos, en el tiempo en el que obtener una titulación académica era socialmente
tan importante como haber estado departiendo con Dios un buen rato, se acostumbraba,
sobre todo en los casos de progenitores pudientes con hijos o hijas con bajas
capacidades intelectuales, que estos les regalaran a los profesores de lo que
se llamó BUP y COU, y por supuesto a los universitarios, jamones y paletillas
de cerdo, en muchos casos de matanza propia, y quesos y lotes imponentes de
bacalao y otras salazones, con la clara intención de sobornarles y arrancarles
un licencioso “cinco” con el que sus vástagos honrarían el marchamo económico y
político de sus familias. Puede leerse, como decíamos, en estos epígrafes
señalados (escritos con bolígrafo BIC azul) con vectores que dan cierto
carácter anecdótico o de curiosidad profesional por parte de la tal psicóloga
María Auxiliadora Catete que, sin embargo, y a pesar del cambio brutal en la
actitud de beneplácito e incluso idólatra que muchos padres, madres y alumnado
adoptaban hacia los cuerpos de maestros y profesores a causa sobre todo de la
pandemia de la Cultura Pop que afectó en todos los órdenes de la vida cotidiana
a partir del momento en el que las bacterias localistas infectaron a las
sociedades globalistas y las globalistas hicieron lo mismo con las sociedades
localistas, cosas como que “a día de hoy aún sigue muy arraigada en
numerosas familias esta costumbre de corromper a los docentes de esta localidad
con dádivas. Últimamente, a partir de la destrucción del muro analógico, con
smartfhones, tablets y ordenadores portátiles en muchos casos de dudosa
procedencia; pues son presentes envueltos en papel de regalo de los bazares
chinos sin tarjetas de garantía ni manuales de instrucciones (en los casos de
los móviles de última generación, algunos son entregados a los enseñantes sin
la conveniente información de que deben liberarlos si la compañía telefónica no
coincide con la del agraciado receptor).
Hace un lustro que el Área de Servicios
Sociales le rescindió el contrato de trabajo a la psicóloga, según reza en el
acta de un pleno extraordinario celebrado por entonces y al que acudieron todos
los trabajadores “externos o “laborales” (eufemismos con los que las
autoridades locales califican a estas almas en pena que desde el primer
instante después de firmar sus contratos de trabajo comienzan a contar las
horas por las que viajarán a bordo de un vehículo subterráneo en el que se
ocultarán de la incipiente luz del nuevo mundo que ellos mismos y pese a sus
malas conciencias y miedos están contribuyendo a construir; claro está que nos
estamos refiriendo a los trabajadores y trabajadoras que jamás se han planteado
leer una breve historia de Las
condiciones laborales en la sucesión de los distintos sistemas políticos.
Las fuentes no son fidedignas pero nos cuentan que por entonces el Teniente de Alcalde, un ex
militar con mucha mala ostia que se decía que había abandonado el ejército
(según contó durante una borrachera de ron Velero con Coca cola) porque se dio
cuenta a tiempo que jamás lograría ascender a General, abroncó públicamente
ante los trabajadores a nuestra psicóloga por haber intentado convocar una
asamblea a sus espaldas para tratar el futuro incierto de estos. Es posible que
a María Auxiliadora Catete no le renovaran el contrato y al resto de los
trabajadores sí a causa de este motivo.
Nada se sabe de MAC desde entonces. Su
acento autóctono, de una comarca que continúa desintegrándose a causa de la
cada vez más deslavazada interrelación administrativa de sus localidades nos da
una pista sobre la posibilidad de que se halle en estos momentos no demasiado
lejos, trabajando, tras su refundación, en una empresa familiar, o malviviendo
con un poco de suerte con la ayuda a los parados de larga duración de 426
euros. No es baladí pensar que desarrollaba bien su trabajo cuando después de
tanto tiempo muchos padres y madres, algunos ya con hijos mayores de edad
hablan de MAC ensalzándola y echándole de menos. Todo apunta a que sus
cursillos contra el tabaquismo fueron un éxito, a pesar de que, según una
estadística reciente más del 90% de los enfermos rehabilitados han vuelto a
fumar. Lo que viene a decir que tal vez que ese porcentaje del 10% dejó
definitivamente de fumar por causas puramente incidentales como por ejemplo sus
inequívocos destinos escritos. Algún ex fumador con relativa capacidad crítica
va contando por ahí que ella siempre mantenía en sus charlas terapéuticas que
el verdadero problema no radica en el momento en el que la cobaya comienza a
fumar (denominaba así a los fumadores, incluyéndose ella misma) sino mucho
antes, digamos que en el momento idealizado por el estigma de la droga, tras la
visión vidriosa que el homo sapiens obtiene a partir de la consumación de tener
su primera necesidad cubierta, nos referimos evidentemente a la de tener el
estómago lleno. A partir de aquí las sustancias estimulantes se encuentran a
pie del camino de su segunda necesidad una vez que la primera ha desaparecido:
saber exactamente qué demonios hacemos bajo el sol y la luna. Los primeros
cupones de la ONCE y las primeras quinielas deportivas de aquellas pequeñas
sociedades fueron raíces y hongos ingeridos tal cual de la tierra. Un poco más
tarde, no mucho más, cuando los resultados manifestaban claramente que aquel
método de búsqueda funcionaba, apareció de repente y sin que nadie lo esperase
la primera reforma social de la historia. Los jerarcas de estos grupúsculos,
esos que a día de hoy continúan jodiéndolo todo porque necesitan a todas horas
la aprobación de sus congéneres, decidieron que las drogas, las apuestas que
garantizaban un mínimo de felicidad debían estar sujetas a un control de
producción y de beneficios colectivos. Decidieron que la metodología debía
basarse en unos contenidos mucho más precisos y no tan disparatados por lo que
suponían cada cuelgue o estado de gracia autodeterminado y segregacionista que
proporcionaban las distintas drogas, es decir, la sustancia sería solenoide y
de una atracción gravitatoria que facilitara el sentido geodésico del
territorio. Dicho de otro modo, que a pesar de los cuelgues descomunales con
sustancias catalogadas los drogadictos y drogadictas asumieran y respetaran en
una nueva escala de valores del 1 al 10 el concepto de PROPIEDAD y PROPIETARIO
como 10. Por tanto, según MAC, el problema de la adicción no estriba tanto en
la dependencia de la sustancia como en el instinto localizado en una zona
oscura de nuestros cerebros, a la que acudimos en principio como ardientes
neófitos que acaban de descubrir El Dorado de la semi-libertad.
Las consecuencias académicas de las “Nuevas
costumbres” pueden leerse en el diario de trabajo de MAC en el capítulo “CONCLUSIONES”:
…el
caso del hijo de C.A. J. es un claro ejemplo de los efectos pasivos
consecuentes de estas actitudes de connivencia de todos los agentes que participan.
El hijo de C, Burraco Mix, le dio una paliza a una profesora de francés a la
salida del instituto delante de cientos de alumnos y de algunos profesores
porque sospechó que el smartfhone con el que ésta whatsappeaba era el que le
había birlado en el Muelle de las
Carabelas en un despiste a una japonesa durante el coito que esta mantuvo en
los aseos para minusválidos con un profesor asociado de inglés comercial de la
Universidad Internacional. Nunca se pudo demostrar que el smartfhone fuese el
sustraído a la asiática. Sin embargo, si es verificable, y en muchos casos se puede encontrar
documentado en el plan de Acción Tutorial del Instituto de Urbis Android, el
seguimiento a los distintos tipos de pobreza que padecen las familias de esta
localidad. En el caso del hijo menor de C. el tutor correspondiente del
siguiente curso sentenció en el informe personal del alumno de este modo: “Familia
con graves carencias telemáticas, incluso energéticas…………. “