lunes, 23 de mayo de 2016

EL ATROPELLO DEL CONCURSILLO






En Andalucía, en esta tierra que ha demostrado a lo largo de los siglos ser una de las más propicias para la tolerancia, la solidaridad y la convivencia,  se está fraguando en estos momentos en el ámbito de la administraciones públicas y para mayor vergüenza de todos, en el espacio de la educación de nuestros hijos, uno de los mayores atropellos laborales que se han conocido desde el final de la dictadura franquista. El populismo, esa sombra de la que todo el mundo huye, palabra que se entiende en el panorama político actual como una etiqueta del ectoplasma y lo fantasmagórico, también ha logrado hacer mella en las estrategias sindicalistas de este ahora maculado lugar del mundo. 
    Todos los sindicatos que se sientan en la mesa sectorial de la educación no universitaria andaluza han caído en la vil tentación de dar de comer a un hijo hambriento para que les roture los páramos en tiempo electoral y dejar a otro morir de inanición. Otro que según sus lúcidas entendederas no sabe labrar, ni recoger frutos, ni cuidar de la hacienda. Sin embargo, este, hijo luchador y perseverante en esta tierra prometida, lleva lustros y décadas educando a los andaluces y andaluzas mejor preparados de la historia. Este hijo/a se llama interin@.
   En la próxima colocación de efectivos planificada por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía para el curso 2016/17, los funcionarios interinos, que es así como los llaman ahora porque en verdad, y en esto no se equivocan, funcionar sí que funcionan, van a saborear el licor de la humillación y el despropósito. Van a comprobar borrachos de pena como esas plazas vacantes que ocupaban hasta el día de hoy van a caer en manos de funcionarios de carrera que quieran conciliar su vida familiar, vida que según parece algunos tienen y otros no. Los interin@s que podían conciliar a duras penas su vida familiar la van a perder, y en el caso de que la pudieran tener la van a perder en favor de los funcionarios que según los sindicatos sí que saben mover y abonar sus estrategias electoralistas. Quitarle a un colectivo de miles y miles de maestros y profesores que se ganan sus maltrechos viáticos a base de miedo y tiempo de servicio, para ofrecérselo a otro sector de compañeros y compañeras va a suponer una situación de mayor precariedad en el mayor sentido de la palabra.
  Lo que no saben estos sindicatos que han ninguneado sin el menor miramiento es que los muertos de hambre son capaces de sacar fuerzas de flaqueza donde parece que no las hay. Sí, se están organizando. Me consta que de tanta hambre que llevamos arrastrando a lo largo de tantos años, miles de compañeros y compañeras nos estamos movilizando para acabar de una vez por todas con la figura del fantasma de la interinidad. Vamos a dejar de ser espectros de una vez por todas.   




domingo, 8 de mayo de 2016

ANTIMÍSTICA






En la realidad de la posesión de la materia, en los bienes terrenales o en el ordinario  derecho a la propiedad, se encuentra el vínculo de la humanidad con la naturaleza. No nos es suficiente volcar nuestro espíritu en la eternidad tras la muerte. Es necesario también nuestra intervención como dioses para comprender el alcance de nuestra naturaleza sobre los átomos y moléculas. La reproducción de la carne es una manipulación contra el paisaje de fondo de la existencia. Intuimos pasmados que tiene mucho más sentido no-ser que ser. La farsa, el egoísmo y todos sus parientes allegados son experimentos necesarios contra esa oposición a la naturaleza del no-ser, contra nuestro miedo más auténtico y primitivo.
No creo que a la manera de los místicos encontremos la forma de evitar clavarnos nuestro propio aguijón. Tal vez la misión escrita en el aire, en la historia, sea hacernos cargo de una vez de que no existimos y que en realidad pensamos sin poder existir, que ni siquiera pertenecemos a nuestros sueños. Solo así, vencidos, pero con la evidencia por bandera, podremos renunciar a las veleidades de los dioses.