“Donde mueren
las palabras, nace la música”
W. SHAKESPEARE.
En la edición de esta misma revista del año
2010, quien suscribe, publicó un artículo referente a los beneficios que
comporta el estudio de la música desde un punto de vista integral en el
desarrollo neurobiológico de los niños y niñas. De éste se deducía lo
determinante que es en términos generales esta actividad para, gracias a los
condicionantes como la concentración y el hábito de estudio, el mecanismo de la
psicomotricidad fina y el alto rendimiento en las enseñanzas primaria y
secundaria, además de lo ventajosa que es su aplicación a edades tempranas para
la ulterior función abstracta de nuestra inteligencia en la etapa adulta.
A esta cuestión y al caudal artístico,
intelectual y cultural que el profesorado atesora, muchas veces inopinadamente
porque está implícito en la inercia de la decisión vocacional de hacernos
valedores de la música, podemos ir sumándoles, como afortunados jugadores en
racha, nuevos avales garantes que corroboran aún más si cabe, la importancia,
sobre todo en el caso particular de nuestra localidad, de que se mantenga con
buena salud el Conservatorio Elemental de Música “José del Toro”.
Debemos todos hacer oídos sordos y vista
gorda a marbetes falsos y a veces ignominiosos como los siguientes:
“La-música-es-un-lujo-que-no-nos-podemos-permitir”
“Trigueros-es-demasiado-pequeño-para-tener-un-conservatorio-y-se-encuentra-muy-cerca-de-otros-de-mayor-importancia”.
Los argumentos que a continuación expongo son
más que suficientes para erradicar cualquier duda acerca de la conveniencia o
no de su existencia. Seamos, por lo que supone una actividad académica de más
de veintidós años, por los
satisfactorios resultados obtenidos, ciudadanos consecuentes y justos en la
defensa de nuestros intereses y buenas significaciones.
En el VII “Encuentro Provincial de
Conservatorios” celebrado en Valverde del Camino el pasado 21 de Noviembre de
2013, los profesores de los seis conservatorios de la provincia de Huelva, en
el plan de formación auspiciado por el CEP de Bollullos-Valverde para el
profesorado que estos encuentros conllevan, pudimos comprobar cómo nuestro
modelo de enseñanza y sus métodos “reiterativos en la metodología y con los
contenidos” son muy propicios para detectar, combatir y reconducir los
problemas que comporta una enfermedad que por fortuna comienza a ser reconocida
en nuestra sociedad como un condicionante infranqueable en el aprendizaje para
un elevado porcentaje de niños y niñas. Me refiero al TDA-H, Trastorno por Déficit de Atención con o sin
Hiperactividad. Según las últimas estadísticas lo padecen entre un 5 y un
10% de la población infantil y adolescente –este dato indica que probablemente
en todas las aulas escolares hay al menos un niño/a con TDAH, y entre la
población adulta la sobrellevan, no sin sufrimiento y con consecuencias como
por ejemplo la baja autoestima, al menos un 50% de quienes la padecieron en
edades tempranas. Estos datos apoyan la idea de que la frecuencia y las
consecuencias personales y sociales del TDAH deberían situarlo entre los
problemas más importantes de la salud pública.
En la ponencia por parte de un “paciente”,
“padre” y miembro de una reconocida asociación provincial de Padres y Madres de
niños y niñas que padecen este trastorno, y en el posterior debate que tuvo
lugar en dicho Encuentro pudimos entender que las actuaciones pedagógicas
aconsejadas para ayudar a este tipo de alumnado son propias y se encuentran
tácitas, o cuando menos virtuales, en nuestro currículo (LEA, Ley de Educación
Andaluza). Con una sencilla aclaración ustedes me van a entender:
La tara que supone el trastorno, una vez
diagnosticado, implica en algunos casos una eficaz adaptación curricular; esto
está contemplado en las enseñanzas obligatorias por los EOE (Equipos de
Orientación Educativa). Como todos sabemos, el carácter de la educación
obligatoria es colectivo, con aulas de hasta 35 o más educandos. En un entorno
con esta característica la adaptación, si la hubiere, y las actuaciones
aconsejables, se convierten a veces en un trabajo no demasiado fácil. Doy fe y
tengo conocimiento de que los EOE procuran poner todas sus competencias y
logran en muchos casos esplendidos resultados en la coordinación de las medidas
correspondientes. No tratamos aquí de hacer comparaciones. Sería un error ya
que el currículo como hemos planteado antes es radicalmente distinto. Primero
por la naturaleza de nuestra materia y segundo por la rotunda evidencia que
supone que en el primer ciclo de las Enseñanzas Elementales de Música los
grupos de alumnos deben ser (y los son) como máximo de tres y como mínimo de
dos; y en el segundo ciclo de estas mismas enseñanzas son totalmente
individualizadas, un alumno/a por aula. Dicho de otro modo, son cuatro cursos
en los que el alumnado permanece durante un contacto directísimo con el
profesorado y viceversa. Además nuestra ratio en las clases colectivas de
Lenguaje Musical y Coro se encuentran contempladas en 15 alumnos/as a lo sumo,
lo que significa una atención relativamente fácil por parte del profesorado.
Tristemente en la cotidianidad de la comunidad
educativa oímos alguna vez que otra ramplonerías y tópicos de esta índole: “A
este niño lo que le pasa es que es un vago, podría hacer más” o “La niña vive
todo el día distraída, en su mundo, y pasa de todo”. Son terribles
aseveraciones tomadas por normales y corrientes puesto quiénes si no, los niños
y niñas, van
a vivir con distracción y pereza en su mundo. Un mundo, no olvidemos, que les
corresponde de pleno derecho. Sin embargo, son amonestaciones atroces
precisamente porque en muchos casos, más de los que nos podamos imaginar, tienen
su origen y causa en el Trastorno de Aprendizaje. Está comprobado que la batería de reproches y censuras que sufren
estos niños permanentemente es el arma del verdadero mal, pues sin pretenderlo
estamos fraguando con un sistema totalmente contraproducente una personalidad
paralela o ajena a la verdadera personalidad del niño. Las víctimas de este
método común de discriminación comienzan a aceptar que son distintas, torpes y
díscolas. Lo que en muchas ocasiones desemboca en actitudes rebeldes y destructivas
hacia sus compañeros, profesores, maestros y progenitores. De sobra son
conocidas, si no es diagnosticado y tratado el trastorno, las posibles
repercusiones a largo plazo: fracaso escolar, conductas adictivas o
inestabilidad laboral y familiar, entre otras.
Es fundamental para la colaboración de
todos que el TDAH comience a considerarse un problema biológico. Se produce por
un mal funcionamiento del cerebro y no a causa de que los padres y maestros no
educan bien. Esto nos puede aliviar el peso de nuestras responsabilidades, pero
al mismo tiempo también debería comprometernos al máximo en la adecuación de
los protocolos de actuación y en la solidaridad para alcanzar siempre una
sociedad más justa e inteligente. El dramatismo llega a sus cotas más altas
para estas niñas y niños cuando comprobamos que muchos tienen coeficientes
intelectuales muy altos y una inteligencia intuitiva asombrosa. Russell
Barkley, profesor y psiquiatra nos dice: “El TDAH no es un problema de
desconocimiento de lo que hay que hacer, sino de no ser capaz de hacer lo que
sabes”.
Las posibles actuaciones pueden ser en
algunos casos una tarea nada fácil para maestros, profesores y familias. Sin
embargo, todas ellas pasan por un mismo tamiz. Un filtro depurador de la
sustancia aurea con la que los niños y niñas nacen en sus cerebros y corazones,
y a la vez un sencillo cedazo con el que con toda seguridad pescaremos en aguas
revueltas.
CONSEJOS DE JAVIER OVIEDO GARCÍA (pedagogo):
¿CÓMO ES EL
ALUMNADO CON TDAH?
El TDAH puede
manifestarse de tres maneras. 1- Provocando hiperactividad e impulsividad, 2-
Provocando inatención y dificultades en la concentración, 3- Ambas a la vez.
Las 7 actitudes más frecuentes de los
jóvenes que acusan hiperactividad e impulsividad son:
· Hablan más de la cuenta, innecesariamente y
se van a menudo por las ramas. Les cuesta controlarse y a menudo actúan de
forma impulsiva.
-Tienen cambios
de humor muy repentinos.
· Nunca
encuentran el tiempo para realizar sus trabajos y siempre los hacen en el
último momento. Les cuesta establecer un orden de prioridades en las cosas que
tienen que hacer.
· Les cuesta
controlar el paso del tiempo, siempre piensan que tienen tiempo de sobra para
todo y en cuanto se dan cuenta “Ya es demasiado tarde”.
· Les cuesta
planificar actividades con antelación y se dejan llevar fácilmente por las
apetencias del momento.
· Les cuesta
entender, olvidan y discuten con mucha facilidad las reglas que le son
impuestas.
· A menudo se
sienten inquietos y necesitan mover los pies, columpiarse en las sillas, jugar
con algunas cosas en las manos, llegando incluso a retorcerse en su propio
asiento.
· Se meten
fácilmente en líos o son fácilmente blanco de las acusaciones cuando los líos
se producen cerca de ellos.
Las 7 actitudes más frecuentes de los
jóvenes que manifiestan inatención y problemas de concentración
son:
· Les cuesta seleccionar la información más
importante.
· Les cuesta
mantener la atención en clase y no pueden evitar pensar en sus cosas.
· A menudo olvidan
y pierden cosas importantes: La entrega de trabajos, la fecha de un examen, la
cita con alguien, traer el material a clase, etc.
· Son conocidos
por sus despistes.
· No les
resulta nada fácil desviar la concentración de una actividad para destinársela
a otra.
· Cuando lo que
están haciendo no les atrae, se distraen con increíble facilidad.
· Tienen
problemas para organizarse en el tiempo. Planificar su tiempo de estudio,
organizar sus tareas, etc.
7 ASPECTOS PARA
EL TRABAJO DIARIO EN EL AULA
1. Siente al joven con TDAH cerca del profesor
y lejos de ventanas y puertas: Esto le ayudará a alejarle de los estímulos que
tanto distraen a estos alumnos. Coloque al lado del alumno con TDAH a
compañeros que sean modelos apropiados, atentos, ordenados, etc.
2. Haga hincapié en la preparación previa al
comienzo de la clase: Cuanto mejor sea la idea de lo que se va a discutir en
clase, mayor será la posibilidad de que el alumno maneje el material con
seguridad.
3. Exprésese de forma clara y determinante:
Estos niños agradecen que los mensajes sean claros, cortos y expresados de
forma determinante.
4. Controle su material de trabajo: Procure
que no tenga encima de la mesa más material que el estrictamente necesario para
trabajar. Anímele a mantener en orden la mesa.
5. Sea flexible con la hiperactividad: Estos
alumnos tienen problemas para controlar su conducta, se levantan más de lo
normal, se mueven continuamente, hablan, etc. Dentro de lo razonable sea más
flexible, piense que lo contrario es como pretender controlar los estornudos de
un alumno que está resfriado o tiene gripe.
6. Sea Juguetón, haga bromas, no sea
convencional, sea llamativo. Introduzca innovaciones diarias: Los niños con
TDAH aman las innovaciones, les encanta jugar. Y por encima de todo odian estar
aburridos. Gran parte de su tratamiento involucra cosas aburridas como
calendarios, listas y normas. Usted debe demostrarle que esas cosas no tienen
que ir de la mano con ser una persona aburrida o una clase sosa.
7. Siempre esté en la búsqueda de momentos de
brillantez: Estos niños son más talentosos y más dotados de lo que normalmente
parecen. Están llenos de creatividad, juegos, espontaneidad y buen humor. Ellos
suelen ser de espíritu generoso y agradecen que les ayuden. Estos niños tienen
generalmente “algo especial” que los hace destacar donde quiera que se
encuentren.
7 PAUTAS PARA
EXÁMENES Y PRUEBAS DE EVALUACIÓN
De la misma forma que no se puede pretender
que un adolescente con dificultades para andar corra lo mismo que sus
compañeros en Educación Física, ni que un alumno con discapacidad auditiva sea
evaluado de la misma manera que al resto de sus compañeros en Música, los
alumnos con TDAH presentan una serie de dificultades respecto a sus compañeros
en la realización de exámenes y pruebas de evaluación convencionales y no sería
justo evaluarlos de igual manera que al resto. Se aconsejan una serie de
pautas:
1. Elimine o reduzca la frecuencia de las
pruebas de evaluación con límite de tiempo: No tienen gran valor educativo y
sin embargo no permiten que muchos niños con TDAH demuestren realmente lo que
saben.
2. Realice exámenes orales: Son muchos los
alumnos que tienen mayores dificultades para realizar exámenes escritos a mano,
y si les permite hacerlos oralmente o utilizar el teclado tal vez pueda
comprobar un mayor nivel de conocimientos y destrezas en la materia. Consúltelo
con el alumno.
3. Divida en al menos dos sesiones los
exámenes: Debemos ser conscientes de las dificultades que tienen para mantener
la atención y concentración durante periodos prolongados (El tiempo máximo de
atención sostenida no suele durar más de media hora). Por ello se aconseja
dividir en al menos dos sesiones las pruebas escritas o los exámenes que se
aplicarán a la clase en una sola sesión, siendo flexibles en la duración de la
misma. Resulta más procedente hacer pruebas cortas en días sucesivos que hacer
una prueba de larga duración en un solo día. Esta medida no debe hacerle perder
la explicación de las siguientes clases.
4. Utilice preguntas cortas y sencillas: Mejor
incluir en cada ocasión preguntas cortas y cerradas de un mismo tipo, dado que
la combinación de formas en que se presentan las preguntas pueden aumentar los
fallos, que no ocurren por desconocer los conceptos, sino por la forma en que
se pregunta.
5. Ayúdele a controlar el tiempo: Es
procedente indicarle durante el examen que controle el tiempo y que repase lo
realizado.
6. Bríndele un apoyo individual: Siempre que
puede durante la realización del examen brindarle un apoyo individual, para
centrarles la atención con preguntas como: “Vuelve a leer”, “párate y piensa”,
“estoy seguro que lo sabes”, “termina la pregunta”.
7. No evalúe en exceso el examen: Tenga en
cuenta otros factores como la asistencia, el esfuerzo, la entrega de trabajos,
el interés, etc. Piense que la realización de exámenes no es el “fuerte” de
estos alumnos.
7 CONSEJOS
SOBRE LO QUE NO SE DEBE HACER
1. No concentrarse en los aspectos negativos
de su comportamiento.
2. No prejuzgarlo calificándole de vago o
desinteresado.
3. No interpretar que su falta de interés es
deliberada, consciente o voluntaria.
4. No subestimarlos, rinden por debajo de sus
posibilidades.
5. No proporcionarles tareas largas y
aburridas.
6. No crea que el niño y/o su familia son todo
el problema. Usted debe entender que la escuela también forma parte del
problema.
7. No se ciña a los métodos tradicionales que
suele utilizar para resolver los problemas; éstos pueden ser ineficaces en niños
con TDAH.
Quede fuera de toda duda tras estas
reflexiones y apuntes, que no considero que en el conservatorio seamos
precisamente los campeones de la educación. Debemos mejorar nuestras
estrategias de actuación, sobre todo en la clase de Lenguaje Musical; a pesar
de que sus contenidos son supervisados periódicamente por el tutor y profesor
de instrumento. Consideramos ante todo
–esta es la impronta que nos dejó el VII Encuentro-, y fue por esto mismo por
lo que los equipos directivos de la provincia pidieron ayuda al CEP para su
formación en la lucha contra el TDA-H, que no sabemos casi nada. Pero esta
“nada” a veces tiene rostro, aptitudes y actitudes con las que debemos bregar semana tras semana. Ahora tenemos
llaves más apropiadas para cerraduras que antes habrían resultado imposible
abrir.
Estudios recientes sobre la aplicación de la
música en un alumnado con TDAH nos demuestran que existen relaciones entre habilidades musicales,
procesamiento fonológico y lectura temprana, llegando a la conclusión de la
importancia de la música para prevenir dificultades de aprendizaje en la
lecto-escritura, Anvari y colaboradores (2002), y que los procesos psicológicos como la atención y la memoria han sido
favorecidos mediante programas de
intervención con tareas musicales” (Bermell, 2000). También, que existe una
influencia de la conducta musical a favor de los procesos de atención, donde
una serie de tareas se pueden adaptar al desarrollo del aprendizaje. En el caso
de la ”hiperactividad”, se puede controlar en el aula cuando el ambiente es
favorable con una atención equilibrada. La música junto con el movimiento, el
teatro, son herramientas efectivas para el control de la clase durante los
momentos difíciles de la práctica diaria (Richards, 1998); que la habilidad de
atender debe ser un seguimiento de estudio desde la infancia. Gardner (2001) ha
comprobado que todos los individuos están dotados de dones y “el que aparece
más temprano es el talento musical”. Por lo que la vía auditiva se debe
utilizar como recurso, ya que constituye un desarrollo básico para todos los
demás sentidos. Además de que la audición como práctica de la música favorece
las conexiones neuronales que incrementan la concentración, ayudando además a
desarrollar las habilidades matemáticas y el aprendizaje de idiomas. “Las
capacidades que presentan los niños de forma innata, si no se estimulan,
tienden a atrofiarse hasta desaparecer” (Florez, 1999).
En nuestros
métodos en los conservatorios (clases individualizadas), a mitad de la lección,
cuando a un niño o niña se le ha perdido un objetivo por el camino siempre
volvemos para buscarlo y recogerlo, no nos queda más remedio si queremos
continuar en el viaje junto a los contenidos. Nos preguntamos a menudo por el
motivo de estas pérdidas en un alumnado que a veces es brillante y nos hemos quedado las mismas veces perplejos
ante lo inexplicable. Alumnos y alumnas con TDAH diagnosticado o no, son los que son, ni uno más ni menos; y a ellos
debemos prestar toda la ayuda que podamos. Sin embargo, esta inevitable
aquiescencia debería servirnos para que la energía y el desmesurado esfuerzo
que estos niños y niñas ponen en el aprendizaje nos ilumine en nuestro trabajo
diario.
Pablo Noja Díaz. Jefe de Estudios y profesor de piano del CEM
“José del Toro”.
BIBLIOGRAFÍA
BÁSICA.
-
POR QUÉ ME CUESTA TANTO APRENDER. Dra Anna Sans
Fitó. EDEBÉ. Barcelona, 2008.
-
LA MÚSICA COMO INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN CON NIÑOS
HIPERACTIVOS. V. Alonso y M. A. Bermell. Boletín
de Psicología, No. 93, Julio 2008. Universidad de Valencia.
-
www. Pediatrasandalucia/Docs/TDAH.
-
www.fundacioncadah.org/.../diferencias-existentes-tdah.html.