martes, 28 de enero de 2014

HISTORIA DE ESPAÑA








    Me metieron Urbason por las venas. La metilprednisolona actúa de inmediato sobre la inflamación y las reacciones alérgicas graves, eso fue lo que dijo el médico o médica de guardia. Puedo recordar exactamente el tiempo transcurrido, treinta y cinco años, pero por más que lo intento no logro acordarme de la edad ni del aspecto del facultativo que atendió mi urgencia en aquella fría madrugada. Ni siquiera puedo describir su talante. Fue, es y mucho me temo que será hasta que se apaguen todos mis recuerdos, una voz del pasado, sentenciosa y premonitoria de mi pubertad. Un rostro oculto, tal vez aniquilado por mi pueril subconsciente en la defensa de ciertos valores que para mí eran trascendentales.
   El galeno dijo: “Esto te pasa por leer la historia de España. No leas eso, lee la historia de los españoles”.
   Aquel caso resultó con diferencia la primera afrenta sufrida en mi inocencia ante los controles de calidad, que además acabó en un tremendo dolor de ojos por querer ver y saber.
  Mis padres, tras mi persistente demanda, sucumbieron comprándome una “Historia de España” en seis grandes volúmenes a todo color. La primera noche tras el acontecimiento me metí en la cama con la alegría de tirarme desde un tobogán que me llevase hasta el paleolítico, si podía ser el de Huelva, mejor. No piensen que soy un empollón insoportable, soy muy normalito, lo de la historia de España fue una obsesión como otra cualquiera (ver mi columna del miércoles pasado). A los pocos minutos tras la lectura, en la oscuridad de mi habitación, que por más negra que fuera siempre la recuerdo en la penumbra, no podía parar de frotarme los párpados. La intoxicación a causa del exceso de tinta en las páginas fue tan grande que cuando pedí auxilio mis padres vieron a un niño con dos grandes mejillones por ojos.
   Guardando la distancia, sentado en mi escritorio con la ventana abierta, soportando el frío y el calor, y lavándome las manos después de cada lectura, no en cejé en el empeño y leí los seis volúmenes hasta llegar a las puertas de la Constitución de 1978. Me metí en la cabeza fechas, desastres, conquistas, logros culturales y hasta alguna historia de amor y de odio.  Comprendí que bastó un puñado de personajes  para condicionar la historia de millones de españoles. Pensé que tras dicha Constitución todo cambiaría. Sin embargo, desde entonces la historia se resume en dos palabras en boca de un único personaje sin rostro ni voz timbrada: capitalismo y democracia.  


      

martes, 21 de enero de 2014

CURIOSIDAD









 Me alegro de encontrarme con usted, amable lector. Acabo de iniciar de nuevo ante sus ojos un tendencioso y obediente propósito, quizá  una vez más con la misma inocencia que otras anteriores (en el fondo es lo que deseo), una osada manera de tocar esa frontera invisible e inestable que nada tiene que ver con los cotos políticos y de lo privado, ni siquiera con el de los ideales o los principios de cada cual. Me refiero a ese espacio y tiempo fluctuantes como el que encierra el paisaje de las playas, el que se establece y transcurre durante la comunicación entre los individuos.  
  Me invitaron a dirigirme a usted y me estreno hoy en esta tribuna sin intencionalidad  alguna. Si no lo consigo habré fallado, me habré equivocado en los procedimientos, no así con los objetivos de mi corazón, pero si me entero que he errado prometo que trataré de mejorar los métodos.
   El simple hecho de que usted continúe leyendo por curiosidad estas líneas, y quien sabe si dentro de pocas horas e incluso minutos, con la misma finalidad, lea otras en el soporte que sea, ya sea la alineación de un equipo de fútbol,  ya sea sobre el sorprendente “caso” por el que ahora la policía ve enemigos por todas partes, o una poesía de un poeta ahora más famoso por su reciente fallecimiento que por su obra, le convierten de inmediato en una persona extraordinaria y encantadora a la que quiero hacerle una pregunta. No voy a convencerle de nada. No quiero, pero aprovecharé mi debut en este lugar y gracias a este fortuito encuentro le hablaré unos instantes de mi desasosiego, que espero por lo que más quiero que no se escape de este texto y contamine el aire que usted y yo compartimos.
  Mi curiosidad atiende por un lado a lo que no me concierne y por otro a mi aseo y limpieza. Contraposiciones que en mi interior según el uso desembocan en una buena o mala conciencia. La curiosidad se escapa a los sentidos y tiene los mismos efectos de dependencia que las drogas, por esto me es siempre extraña y necesaria. Creo que a usted también le parece rara en estos momentos. Hace mucho tiempo que no puedo parar de curiosear. Una adicción que a veces me ha llevado a descubrir otras, propias y de los demás. ¿Por qué maldita razón tanta curiosidad hace que cada día me sienta más desconcertado y engañado?   

  

miércoles, 15 de enero de 2014

TDA-H FUERZA Y LUZ CONTRA LOS TRASTORNOS DE APRENDIZAJE











                                                                                      “Donde mueren las palabras, nace la música”

                                                                                                                     W. SHAKESPEARE.

 

    En la edición de esta misma revista del año 2010, quien suscribe, publicó un artículo referente a los beneficios que comporta el estudio de la música desde un punto de vista integral en el desarrollo neurobiológico de los niños y niñas. De éste se deducía lo determinante que es en términos generales esta actividad para, gracias a los condicionantes como la concentración y el hábito de estudio, el mecanismo de la psicomotricidad fina y el alto rendimiento en las enseñanzas primaria y secundaria, además de lo ventajosa que es su aplicación a edades tempranas para la ulterior función abstracta de nuestra inteligencia en la etapa adulta.

    A esta cuestión y al caudal artístico, intelectual y cultural que el profesorado atesora, muchas veces inopinadamente porque está implícito en la inercia de la decisión vocacional de hacernos valedores de la música, podemos ir sumándoles, como afortunados jugadores en racha, nuevos avales garantes que corroboran aún más si cabe, la importancia, sobre todo en el caso particular de nuestra localidad, de que se mantenga con buena salud el Conservatorio Elemental de Música “José del Toro”.

   Debemos todos hacer oídos sordos y vista gorda a marbetes falsos y a veces ignominiosos como los siguientes:

“La-música-es-un-lujo-que-no-nos-podemos-permitir”

“Trigueros-es-demasiado-pequeño-para-tener-un-conservatorio-y-se-encuentra-muy-cerca-de-otros-de-mayor-importancia”.

 Los argumentos que a continuación expongo son más que suficientes para erradicar cualquier duda acerca de la conveniencia o no de su existencia. Seamos, por lo que supone una actividad académica de más de veintidós años,  por los satisfactorios resultados obtenidos, ciudadanos consecuentes y justos en la defensa de nuestros intereses y buenas significaciones.

  En el VII “Encuentro Provincial de Conservatorios” celebrado en Valverde del Camino el pasado 21 de Noviembre de 2013, los profesores de los seis conservatorios de la provincia de Huelva, en el plan de formación auspiciado por el CEP de Bollullos-Valverde para el profesorado que estos encuentros conllevan, pudimos comprobar cómo nuestro modelo de enseñanza y sus métodos “reiterativos en la metodología y con los contenidos” son muy propicios para detectar, combatir y reconducir los problemas que comporta una enfermedad que por fortuna comienza a ser reconocida en nuestra sociedad como un condicionante infranqueable en el aprendizaje para un elevado porcentaje de niños y niñas. Me refiero al TDA-H, Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad. Según las últimas estadísticas lo padecen entre un 5 y un 10% de la población infantil y adolescente –este dato indica que probablemente en todas las aulas escolares hay al menos un niño/a con TDAH, y entre la población adulta la sobrellevan, no sin sufrimiento y con consecuencias como por ejemplo la baja autoestima, al menos un 50% de quienes la padecieron en edades tempranas. Estos datos apoyan la idea de que la frecuencia y las consecuencias personales y sociales del TDAH deberían situarlo entre los problemas más importantes de la salud pública.

   En la ponencia por parte de un “paciente”, “padre” y miembro de una reconocida asociación provincial de Padres y Madres de niños y niñas que padecen este trastorno, y en el posterior debate que tuvo lugar en dicho Encuentro pudimos entender que las actuaciones pedagógicas aconsejadas para ayudar a este tipo de alumnado son propias y se encuentran tácitas, o cuando menos virtuales, en nuestro currículo (LEA, Ley de Educación Andaluza). Con una sencilla aclaración ustedes me van a entender:

  La tara que supone el trastorno, una vez diagnosticado, implica en algunos casos una eficaz adaptación curricular; esto está contemplado en las enseñanzas obligatorias por los EOE (Equipos de Orientación Educativa). Como todos sabemos, el carácter de la educación obligatoria es colectivo, con aulas de hasta 35 o más educandos. En un entorno con esta característica la adaptación, si la hubiere, y las actuaciones aconsejables, se convierten a veces en un trabajo no demasiado fácil. Doy fe y tengo conocimiento de que los EOE procuran poner todas sus competencias y logran en muchos casos esplendidos resultados en la coordinación de las medidas correspondientes. No tratamos aquí de hacer comparaciones. Sería un error ya que el currículo como hemos planteado antes es radicalmente distinto. Primero por la naturaleza de nuestra materia y segundo por la rotunda evidencia que supone que en el primer ciclo de las Enseñanzas Elementales de Música los grupos de alumnos deben ser (y los son) como máximo de tres y como mínimo de dos; y en el segundo ciclo de estas mismas enseñanzas son totalmente individualizadas, un alumno/a por aula. Dicho de otro modo, son cuatro cursos en los que el alumnado permanece durante un contacto directísimo con el profesorado y viceversa. Además nuestra ratio en las clases colectivas de Lenguaje Musical y Coro se encuentran contempladas en 15 alumnos/as a lo sumo, lo que significa una atención relativamente fácil por parte del profesorado.

 Tristemente en la cotidianidad de la comunidad educativa oímos alguna vez que otra ramplonerías y tópicos de esta índole: “A este niño lo que le pasa es que es un vago, podría hacer más” o “La niña vive todo el día distraída, en su mundo, y pasa de todo”. Son terribles aseveraciones tomadas por normales y corrientes puesto quiénes si no, los niños y niñas,  van a vivir con distracción y pereza en su mundo. Un mundo, no olvidemos, que les corresponde de pleno derecho. Sin embargo, son amonestaciones atroces precisamente porque en muchos casos, más de los que nos podamos imaginar, tienen su origen y causa en el Trastorno de Aprendizaje. Está comprobado que  la batería de reproches y censuras que sufren estos niños permanentemente es el arma del verdadero mal, pues sin pretenderlo estamos fraguando con un sistema totalmente contraproducente una personalidad paralela o ajena a la verdadera personalidad del niño. Las víctimas de este método común de discriminación comienzan a aceptar que son distintas, torpes y díscolas. Lo que en muchas ocasiones desemboca en actitudes rebeldes y destructivas hacia sus compañeros, profesores, maestros y progenitores. De sobra son conocidas, si no es diagnosticado y tratado el trastorno, las posibles repercusiones a largo plazo: fracaso escolar, conductas adictivas o inestabilidad laboral y familiar, entre otras.

    Es fundamental para la colaboración de todos que el TDAH comience a considerarse un problema biológico. Se produce por un mal funcionamiento del cerebro y no a causa de que los padres y maestros no educan bien. Esto nos puede aliviar el peso de nuestras responsabilidades, pero al mismo tiempo también debería comprometernos al máximo en la adecuación de los protocolos de actuación y en la solidaridad para alcanzar siempre una sociedad más justa e inteligente. El dramatismo llega a sus cotas más altas para estas niñas y niños cuando comprobamos que muchos tienen coeficientes intelectuales muy altos y una inteligencia intuitiva asombrosa. Russell Barkley, profesor y psiquiatra nos dice: “El TDAH no es un problema de desconocimiento de lo que hay que hacer, sino de no ser capaz de hacer lo que sabes”.

  

 

  Las posibles actuaciones pueden ser en algunos casos una tarea nada fácil para maestros, profesores y familias. Sin embargo, todas ellas pasan por un mismo tamiz. Un filtro depurador de la sustancia aurea con la que los niños y niñas nacen en sus cerebros y corazones, y a la vez un sencillo cedazo con el que con toda seguridad pescaremos en aguas revueltas.

 CONSEJOS DE JAVIER OVIEDO GARCÍA (pedagogo):

¿CÓMO ES EL ALUMNADO CON  TDAH?

El TDAH puede manifestarse de tres maneras. 1- Provocando hiperactividad e impulsividad, 2- Provocando inatención y dificultades en la concentración, 3- Ambas a la vez.

 Las 7 actitudes más frecuentes de los jóvenes que acusan hiperactividad e impulsividad son:

 · Hablan más de la cuenta, innecesariamente y se van a menudo por las ramas. Les cuesta controlarse y a menudo actúan de forma impulsiva.

-Tienen cambios de humor muy repentinos.

· Nunca encuentran el tiempo para realizar sus trabajos y siempre los hacen en el último momento. Les cuesta establecer un orden de prioridades en las cosas que tienen que hacer.

· Les cuesta controlar el paso del tiempo, siempre piensan que tienen tiempo de sobra para todo y en cuanto se dan cuenta “Ya es demasiado tarde”.

· Les cuesta planificar actividades con antelación y se dejan llevar fácilmente por las apetencias del momento.

· Les cuesta entender, olvidan y discuten con mucha facilidad las reglas que le son impuestas.

· A menudo se sienten inquietos y necesitan mover los pies, columpiarse en las sillas, jugar con algunas cosas en las manos, llegando incluso a retorcerse en su propio asiento.

· Se meten fácilmente en líos o son fácilmente blanco de las acusaciones cuando los líos se producen cerca de ellos.

 Las 7 actitudes más frecuentes de los jóvenes que manifiestan inatención y problemas de concentración son:

 · Les cuesta seleccionar la información más importante.

· Les cuesta mantener la atención en clase y no pueden evitar pensar en sus cosas.

· A menudo olvidan y pierden cosas importantes: La entrega de trabajos, la fecha de un examen, la cita con alguien, traer el material a clase, etc.

· Son conocidos por sus despistes.

· No les resulta nada fácil desviar la concentración de una actividad para destinársela a otra.

· Cuando lo que están haciendo no les atrae, se distraen con increíble facilidad.

· Tienen problemas para organizarse en el tiempo. Planificar su tiempo de estudio, organizar sus tareas, etc.

 

7 ASPECTOS PARA EL TRABAJO DIARIO EN EL AULA

 1. Siente al joven con TDAH cerca del profesor y lejos de ventanas y puertas: Esto le ayudará a alejarle de los estímulos que tanto distraen a estos alumnos. Coloque al lado del alumno con TDAH a compañeros que sean modelos apropiados, atentos, ordenados, etc.

 2. Haga hincapié en la preparación previa al comienzo de la clase: Cuanto mejor sea la idea de lo que se va a discutir en clase, mayor será la posibilidad de que el alumno maneje el material con seguridad.

 3. Exprésese de forma clara y determinante: Estos niños agradecen que los mensajes sean claros, cortos y expresados de forma determinante.

 4. Controle su material de trabajo: Procure que no tenga encima de la mesa más material que el estrictamente necesario para trabajar. Anímele a mantener en orden la mesa.

 5. Sea flexible con la hiperactividad: Estos alumnos tienen problemas para controlar su conducta, se levantan más de lo normal, se mueven continuamente, hablan, etc. Dentro de lo razonable sea más flexible, piense que lo contrario es como pretender controlar los estornudos de un alumno que está resfriado o tiene gripe.

 6. Sea Juguetón, haga bromas, no sea convencional, sea llamativo. Introduzca innovaciones diarias: Los niños con TDAH aman las innovaciones, les encanta jugar. Y por encima de todo odian estar aburridos. Gran parte de su tratamiento involucra cosas aburridas como calendarios, listas y normas. Usted debe demostrarle que esas cosas no tienen que ir de la mano con ser una persona aburrida o una clase sosa.

 7. Siempre esté en la búsqueda de momentos de brillantez: Estos niños son más talentosos y más dotados de lo que normalmente parecen. Están llenos de creatividad, juegos, espontaneidad y buen humor. Ellos suelen ser de espíritu generoso y agradecen que les ayuden. Estos niños tienen generalmente “algo especial” que los hace destacar donde quiera que se encuentren.

 

7 PAUTAS PARA EXÁMENES Y PRUEBAS DE EVALUACIÓN

 De la misma forma que no se puede pretender que un adolescente con dificultades para andar corra lo mismo que sus compañeros en Educación Física, ni que un alumno con discapacidad auditiva sea evaluado de la misma manera que al resto de sus compañeros en Música, los alumnos con TDAH presentan una serie de dificultades respecto a sus compañeros en la realización de exámenes y pruebas de evaluación convencionales y no sería justo evaluarlos de igual manera que al resto. Se aconsejan una serie de pautas:

 1. Elimine o reduzca la frecuencia de las pruebas de evaluación con límite de tiempo: No tienen gran valor educativo y sin embargo no permiten que muchos niños con TDAH demuestren realmente lo que saben.

 2. Realice exámenes orales: Son muchos los alumnos que tienen mayores dificultades para realizar exámenes escritos a mano, y si les permite hacerlos oralmente o utilizar el teclado tal vez pueda comprobar un mayor nivel de conocimientos y destrezas en la materia. Consúltelo con el alumno.

 3. Divida en al menos dos sesiones los exámenes: Debemos ser conscientes de las dificultades que tienen para mantener la atención y concentración durante periodos prolongados (El tiempo máximo de atención sostenida no suele durar más de media hora). Por ello se aconseja dividir en al menos dos sesiones las pruebas escritas o los exámenes que se aplicarán a la clase en una sola sesión, siendo flexibles en la duración de la misma. Resulta más procedente hacer pruebas cortas en días sucesivos que hacer una prueba de larga duración en un solo día. Esta medida no debe hacerle perder la explicación de las siguientes clases.

 4. Utilice preguntas cortas y sencillas: Mejor incluir en cada ocasión preguntas cortas y cerradas de un mismo tipo, dado que la combinación de formas en que se presentan las preguntas pueden aumentar los fallos, que no ocurren por desconocer los conceptos, sino por la forma en que se pregunta.

 5. Ayúdele a controlar el tiempo: Es procedente indicarle durante el examen que controle el tiempo y que repase lo realizado.

 6. Bríndele un apoyo individual: Siempre que puede durante la realización del examen brindarle un apoyo individual, para centrarles la atención con preguntas como: “Vuelve a leer”, “párate y piensa”, “estoy seguro que lo sabes”, “termina la pregunta”.

 7. No evalúe en exceso el examen: Tenga en cuenta otros factores como la asistencia, el esfuerzo, la entrega de trabajos, el interés, etc. Piense que la realización de exámenes no es el “fuerte” de estos alumnos. 

7 CONSEJOS SOBRE LO QUE NO SE DEBE HACER

 1. No concentrarse en los aspectos negativos de su comportamiento.

 2. No prejuzgarlo calificándole de vago o desinteresado.

 3. No interpretar que su falta de interés es deliberada, consciente o voluntaria.

 4. No subestimarlos, rinden por debajo de sus posibilidades.

 5. No proporcionarles tareas largas y aburridas.

 6. No crea que el niño y/o su familia son todo el problema. Usted debe entender que la escuela también forma parte del problema.

 7. No se ciña a los métodos tradicionales que suele utilizar para resolver los problemas; éstos pueden ser ineficaces en niños con TDAH.

 

 

   Quede fuera de toda duda tras estas reflexiones y apuntes, que no considero que en el conservatorio seamos precisamente los campeones de la educación. Debemos mejorar nuestras estrategias de actuación, sobre todo en la clase de Lenguaje Musical; a pesar de que sus contenidos son supervisados periódicamente por el tutor y profesor de instrumento.  Consideramos ante todo –esta es la impronta que nos dejó el VII Encuentro-, y fue por esto mismo por lo que los equipos directivos de la provincia pidieron ayuda al CEP para su formación en la lucha contra el TDA-H, que no sabemos casi nada. Pero esta “nada” a veces tiene rostro, aptitudes y actitudes con las que debemos  bregar semana tras semana. Ahora tenemos llaves más apropiadas para cerraduras que antes habrían resultado imposible abrir.

  Estudios recientes sobre la aplicación de la música en un alumnado con TDAH nos demuestran que existen relaciones entre habilidades musicales, procesamiento fonológico y lectura temprana, llegando a la conclusión de la importancia de la música para prevenir dificultades de aprendizaje en la lecto-escritura, Anvari y colaboradores (2002), y que los procesos psicológicos como la atención y la memoria han sido favorecidos mediante programas de intervención con tareas musicales” (Bermell, 2000). También, que existe una influencia de la conducta musical a favor de los procesos de atención, donde una serie de tareas se pueden adaptar al desarrollo del aprendizaje. En el caso de la ”hiperactividad”, se puede controlar en el aula cuando el ambiente es favorable con una atención equilibrada. La música junto con el movimiento, el teatro, son herramientas efectivas para el control de la clase durante los momentos difíciles de la práctica diaria (Richards, 1998); que la habilidad de atender debe ser un seguimiento de estudio desde la infancia. Gardner (2001) ha comprobado que todos los individuos están dotados de dones y “el que aparece más temprano es el talento musical”. Por lo que la vía auditiva se debe utilizar como recurso, ya que constituye un desarrollo básico para todos los demás sentidos. Además de que la audición como práctica de la música favorece las conexiones neuronales que incrementan la concentración, ayudando además a desarrollar las habilidades matemáticas y el aprendizaje de idiomas. “Las capacidades que presentan los niños de forma innata, si no se estimulan, tienden a atrofiarse hasta desaparecer” (Florez, 1999).

                                                                               

   En nuestros métodos en los conservatorios (clases individualizadas), a mitad de la lección, cuando a un niño o niña se le ha perdido un objetivo por el camino siempre volvemos para buscarlo y recogerlo, no nos queda más remedio si queremos continuar en el viaje junto a los contenidos. Nos preguntamos a menudo por el motivo de estas pérdidas en un alumnado que a veces es brillante y  nos hemos quedado las mismas veces perplejos ante lo inexplicable. Alumnos y alumnas con TDAH diagnosticado o no, son  los que son, ni uno más ni menos; y a ellos debemos prestar toda la ayuda que podamos. Sin embargo, esta inevitable aquiescencia debería servirnos para que la energía y el desmesurado esfuerzo que estos niños y niñas ponen en el aprendizaje nos ilumine en nuestro trabajo diario.

 

               Pablo Noja Díaz.  Jefe de Estudios y profesor de piano del CEM “José del Toro”.

 

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.

-          POR QUÉ ME CUESTA TANTO APRENDER. Dra Anna Sans Fitó. EDEBÉ. Barcelona, 2008.

-          LA MÚSICA COMO INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN CON NIÑOS HIPERACTIVOS. V. Alonso y M. A. Bermell. Boletín de Psicología, No. 93, Julio 2008.  Universidad de Valencia.

-          www. Pediatrasandalucia/Docs/TDAH.

-          www.fundacioncadah.org/.../diferencias-existentes-tdah.html.