miércoles, 27 de mayo de 2015

PARQUE DE ATRACCIONES







    El tío vivo podrá funcionar con placas solares. Tras un serio estudio de un equipo de ingenieros de la universidad Ñ se ha demostrado que un parque de atracciones al completo (incluyen la noria y la montaña rusa) puede funcionar exclusivamente con energía solar. Hasta el momento solo tertulianos bebedores de cerveza y alguna divertida madre de familia o inspirado padre ecologista durante la cena habían pensado en tal posibilidad. Ningún político había pensado en esta revolucionaria idea. El conservador jamás lo habría imaginado por culpa de los informes de las empresas eléctricas. Estas demostraban que es necesaria una descomunal inversión colectiva de muchos agentes para sacar el proyecto adelante. No habría ningún problema con el precio del kilovatio. Pero sí con las empresas en las que ellas invertían en bolsa. Y el progresista habría pensado que un parque de atracciones es una estúpida y descabellada propuesta a la ciudadanía si se tienen en cuenta otras necesidades mucho más urgentes de carácter y ámbito social.
  Sin embargo, aquí tenemos la buena nueva. Una noticia esperanzadora para todos y todas. Los costes del proyecto y de mantenimiento serían tan bajos que hasta la población excluida y más marginal podrá acceder a menudo a  estados de eretismo y clímax de felicidad, desaconsejados como medida preventiva para la rehabilitación del Gran Capital enfermo. En el uso y disfrute de las atracciones satisfarán sus necesidades existencialistas, y de índole más terrenal, el pintor de brocha gorda, el buscador de exoplanetas y hasta algún ejecutivo del Corte Inglés.
   Para el equipo de investigadores de la universidad Ñ sería un honor contar con todos los representantes políticos el día de la inauguración. Líderes de los partidos tradicionales y de los emergentes que exterminaron el bipartidismo estarían encantadísimos de montar en los caballitos para mostrar en las fotos la alegría compartida, la emoción de que todos y todas son importantes para el desarrollo de la economía en una democracia real. Unos por saber hacer un hueco en la atracción, otros por poder al fin demostrar que no son animales indómitos. Para los imaginativos y aplicados investigadores es un problema la falta de consenso en el consejo de administración de la universidad. Uno de ellos tuvo en cuenta en el proyecto la conveniencia de atender la justificación en el power point contemplando posibilidades de la teoría de los juegos. Pero ni por esas. En todas las ciudades, grandes y pequeñas, existe la posibilidad de construir un gran parque de atracciones. La ostia para todos y todas. Los oponentes en el consejo a la aprobación del proyecto argumentan que la universidad a la que representan tiene pendientes otros proyectos más ambiciosos de orden incluso internacional. Arguyen que además en España ya hay un excedente en parque de atracciones, que, ahora, una vez superado lo peor de la crisis, son mucho más interesantes los proyectos simuladores.     

  

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